El protector se debe usar en la mañana y en la noche después de haber finalizado el resto de tu rutina de skincare. Sin embargo, es necesario tener en cuenta el tiempo que este te protege, ya que es posible que debas retocarlo durante el día. Puedes conocer esta información por el SPF que muestra en su presentación.
Los protectores solares humedecen tu piel, evitando que se reseque y se rompa. Junto con una buena crema hidratante, este producto evitará que los rayos del sol creen heridas en la superficie de tu rostro.
Las manchas también son signo de que tu piel requiere de una mayor protección ante los rayos UVA y UVB. Proteínas como la queratina, colágeno y elastina se ven amenazadas por la presencia de este factor ambiental. ¡Siéntete seguro/a de exponerte ante el sol con nuestra gama de productos!
Y, si está dentro de tus intereses, puedes obtener ese bronceado que hace lucir un tono más atractivo sin preocuparte de que esto pueda traer consecuencias para el cuidado de tu piel. Estos también son una buena forma de lograr un cambio de tono de forma práctica y segura.